Tú eres mindfulness, atención plena

¿Quieres más?

¿Te gustaría estar siempre al día con las últimas tendencias, consejos y secretos?  Suscríbete a nuestro boletín mensual y sé parte de una comunidad exclusiva.

¿Qué es la Persona?

Desde que nacimos nos han dicho: qué guapo, qué inteligente, qué alto, qué torpe, qué simpático, qué… Sí, casi una infinidad de conceptos que otros tienen sobre nuestra apariencia, sobre nuestro comportamiento, sobre nosotros mismos. Todos ellos han ido condicionando nuestra forma de pensar, de actuar ¡de vivir! Es un proceso lento, casi invisible pero persistente y que cala.De escucharlo tantas veces, nos lo hemos llegado a creer, a interiorizar, a hacerlo nuestro. ¡Soy así! Y si en algún momento, alguien lo cuestiona, lo pone en tela de juicio, es muy posible, que lo defendamos a capa y espada.

Creemos que somos esa persona, con esas características concretas. Etimológicamente la palabra “persona” proviene del latín: “máscara del actor”, detallándolo más, “per” prefijo con una connotación superlativa y “sonus” de sonido, “persona: máscara que hace ruido”. Dicha etimología tiene sentido, ¿verdad?

Todas y cada una de esas peculiaridades que nos creemos, en realidad, no son sino máscaras que ocultan nuestra auténtica naturaleza, que es esa chispa divina, esa paz, esa atención plena, ese vasto espacio que es y que somos.

Ciertamente vivimos engañados si creemos que únicamente somos esa persona limitada, esa acumulación de conceptos establecidos por referencia de otros, que a su vez, también los recibieron y aceptaron, que vienen de nuestros ancestros y por ende tienen tanta fuerza. En ocasiones, hay una “vocecita” dentro que se queja, que no está satisfecha con esas creencias y nos genera un malestar, una insatisfacción y empiezan a surgir preguntas denominadas existenciales, como: ¿Quién soy yo? ¿Qué es esto que llamamos Vida? ¿Para qué estoy aquí? No es sino esa Atención la que, valga la redundancia, reclama atención. A veces es tan débil que no la hacemos mucho caso.

Además, vivimos en una sociedad que, podríamos decir, es casi contraria a esa Atención. Tenemos tantas ocupaciones que llevar a cabo, incluso varias a la vez… pero, parece cierto que, hoy en día, ese estilo de vida nos da un status, nos hace sentir importantes, eficaces, eficientes, adecuados, válidos… Se mide nuestra valía por el hacer, hacer, hacer y… se nos ha olvidado sólo ¡Ser! Permitirnos Ser ese Inmenso espacio de Belleza, de Amor, de Inteligencia, de Plenitud!

Incluso, se nos podría tachar como holgazanes, si no llevamos ese intrépido ritmo viviente y dedicamos parte de nuestro tiempo a escuchar esa Atención, a sólo Ser.

Y mientras continuamos con esa maraña de quehaceres, nuestra vida va reflejando sus consecuencias. Vivimos descentrados, estresados, con sus funestas repercusiones como todos bien conocemos: tristeza, desaliento, crisis de ansiedad, depresiones, enfermedades… y para qué seguir… A pesar de esto, pocas veces nos permitimos parar. Es más, tenemos el apoyo de los medios de comunicación que nos recuerdan: ante un resfriado no pare, tómese “sinparón” y continúe con su estresado día. Y ¡hacemos caso!

Sin escuchar a nuestro cuerpo que desea le cuidemos. Cuerpo que refleja el cansancio de nuestra mente y en ocasiones de nuestra alma.
Como decía el gran Maestro indio Krishnamurti: «No es signo de buena salud el estar bien adaptado a una sociedad profundamente enferma.»

Sólo Atención Plena

Muy probablemente, si estás leyendo este articulo acerca del Mindfulness, de la Meditación, de la Atención Plena… es debido a que ya has escuchado en algunos momentos esa voz interna que te reclama la hagas caso. Que des un giro a tu mirada, a tus oídos y utilices tus sentidos internos. Una metanoia, como decían los griegos.

Y, muy probablemente, también habrás intuido, percibido, experimentado, en ciertos momentos de una gran belleza, como un amanecer, una puesta de sol, que lo que de verdad eres es esa Inmensidad, Atención, Luz, Espacio Infinito que todo lo contiene.

Prestar Atención al momento presente

Una forma de vivir que nos invita a producir cuanto más mejor, a no parar, a no escucharnos, hace que sea muy fácil vivir fuera de nuestro centro, de esa Plena Atención y como muy sabiamente decía nuevamente nuestro amigo Krishnamurti: «Lo decisivo para traer paz al mundo es nuestra conducta diaria.»

Y para ello, es necesario prestar atención al momento presente. La mente deambula entre el pasado (que ya no existe) y el futuro (que hasta que suceda es mera fantasía).

El único momento que experimentamos es el presente y parece que es el que tratamos de evitar.

Por tanto, en el Mindfulness o Atención Plena se trata de darse cuenta de qué está pasando ahora mismo. No significa que no podemos pensar más en el presente o pasado, pero cuando lo hacemos será con atención plena. Al dirigir voluntariamente nuestra consciencia hacia el momento presente -y alejarla del pasado y futuro-, creamos un espacio de libertad donde la serenidad, paz y la alegría sin motivo pueden crecer.

Es un estado emocional a lo que acontece no reactivo, sin juzgar. O si lo hacemos, nos damos cuenta de ello y lo dejamos partir. Aceptamos lo que surja y lo observamos con Plena Atención. Y nos daremos cuenta, si estamos en ese Centro, cómo surge, cómo pasa por nosotros y cómo se va… Igual que vemos como las nubes pasan por el cielo, cambian de forma y desaparecen.

No importa si la experiencia nos parece placentera o dolorosa, la tratamos del mismo modo. Sin apego a lo que nos gusta, ni a lo que nos disgusta.

Beneficios. Por qué practicar Mindfulness o Atención Plena
Mindfulness se lleva practicando por culturas orientales desde la antigüedad, y es recientemente que occidente ha puesto atención a dicha metodología. Existen, hoy en día, numerosos estudios y publicaciones de investigación médica y psicológica del mindfulness que demuestran su validez y eficacia. Por ejemplo Mark Williams -un psicólogo de la Universidad de Oxford-, ha realizado un estudio sobre el mindfulness como tratamiento para la depresión recurrente. Sus resultados han sido tan positivos que el Instituto Nacional de Excelencia Clínica en Estados Unidos, la ha recomendado como un tratamiento para ello.

Los estudios han mostrado que practicar mindfulness, incluso en semanas, puede dar una variedad de beneficios físicos, psicológicos y sociales.
Entre ellos podemos citar:

  • Fortalece nuestro sistema inmunitario.
  • Reduce el estrés, estados de ansiedad, nerviosismo, depresión.- Incrementa la materia gris de nuestro cerebro, relacionada con el aprendizaje, memoria, regulación emocional y empatía.
  • Aumenta la positividad
  • Mejora la concentración, ayuda a evitar las distracciones.
  • Fomenta la compasión y altruismo; a través de su entrenamiento nos hacemos más proclives a ayudar a los demás y a nosotros mismos, ya que se incrementa la actividad neuronal relacionada con la empatía y la regulación emocional.
  • Ser conscientes de nuestros hábitos y patrones, con lo cual, aprendemos a actuar y no a reaccionar de forma automática.
  • Ver las situaciones de forma clara, lo cual hará que nuestra respuesta a situaciones difíciles y complejas sea efectiva.
  • Ser más creativos.
  • Vivir de una forma más equilibrada, más serena.

Su práctica se basa en estar presente y consciente en cada momento de nuestra vida, acoger cualquier cosa que surja en nuestra experiencia de forma amorosa y sin juicio, para abrir nuestro corazón hacia nosotros mismos y permitir que surja la compasión también por los demás. Suena sencillo, pero requiere de práctica y gran constancia.

La práctica del Mindfulness-Atención Plena, nos permite que el recorrido de nuestra vida se haga con un corazón abierto y una mente despierta.

 

Mª Pilar García Ośua
Instructora de Meditación y Yoga (India)
Terapeuta Ayurvedica Certificada (India)
Terapeuta Gestalt, Escucha Activa, Polaridad Risoterapeuta
Hospedería del Silencio
www.hospederiadelsilencio.com

Haz tu buena obra del día ¡Compártelo!

6,7 minutos de lecturaActualizado: 25/01/2019Publicado: 13/11/2015Categorías: Estilo de VidaEtiquetas: , , ,